POST-BODA

Haberlos -fotógrafos fantásticos de reportajes Haylos , que quede claro.

Pero . no entiendo ese afán que tienen estos artistas de la imagen en jorobar -sobre todo al novio- en los reportajes posteriores a la boda. Porque durante la ceremonia religiosa, civil o festiva, todo transcurre de manera más o menos normal, asumible y dentro de los cauces de los esperado. Lo malo, es cuando días después de la boda, o después del viajecito de marras al Caribe, quedan citados la parejita y el artista fotográfico -siempre en presencia de las suegras- en la playa del Balneario del Carmen pongamos por caso, para realizar el último documento gráfico del evento.

La apoteosis final. La cúspide del acontecimiento. Y, ahí sí, dar rienda suelta al desbordante arte e ingenio del artista iconoclasta y revolucionario de la fotografía moderna. El reportaje en la playa.

Llegan los novios ataviados con sus trajes de boda -ya estrechos- a la playa; risueños, felices y cantarines. El fotógrafo, para darse más empaque, lleva a una nota (que no sabe ni dónde ponerse) al lado, con una sombrilla forrada de papel de plata Albar que aporta y complementa la luz necesaria a la imagen .  La novia con risa forzada de fresca francachela y ánimo solapando, avanza resuelta por la arena enfrentándose al objetivo. Faz y melena al viento……… ¡Porque tú lo vales… l´oreal …..!

Caminan los dos -novia y novio- descalzos y cogidos de la mano. Ella luciendo pedicura a la francesa y el arremangado como si de un avezado marengo y/o carpintero de ribera se tratase. Suena en la mente de los dos la banda sonora de “Carros de Fuego” Bailar pegados, no es bailar.

El fotógrafo incansable, tenaz y persistente -y marcha atrás- apalea sin conmiseración alguna el disparador de la cámara. Clic rrrsh, Clic rrrsh, Clic 

Desplaza ella involuntariamente -al arrastrar la cola del vestido- innumerables restos biológicos esparcidos por la playa resultantes de una moraga de la noche anterior. Algas secas, latas vacías de cervezas, condones usados, mendrugos de pan y raspas de sardinas, y algún que otro perenne y definitivo pegote de alquitrán que complementan el rastrillo de encaje, organza bordada y tul ilusión.

 Viene de ahí la frase: Ha quedado para el arrastre.

 El novio, completamente azorado y avergonzado, obedece sumisamente al fotógrafo ante la atenta mirada de tres jubilados y dos viandantes que -apoyados en el murete del Paseo Marítimo- observan atentamente al panoli -con cara de mofa y befa- móvil en mano y sin parar de hacerles fotos y subirlas a Internet.  Corren contra el viento, ya te digo, la parejita, y el fotógrafo dispara y dispara. Saltan como colegiales dicharacheros y el fotógrafo dispara. Siéntanse en la orilla displicentes, acaramelados y con la carne de gallina por el frío, y el fotógrafo dispara. Se meten en el agua hasta la cintura, y el fotógrafo dispara. Vuelven a la orilla del rebalaje y se tienden amorosamente para que el oleaje los revuelque -y les llene, a ella la chirla de arenilla, y a él se le meta una medusa entre los pliegues de los hueviss- y el fotógrafo dispara.

El momento culminante primero -pues hay dos- es cuando a requerimiento del excelso artista fotógrafo, se sumergen en las aguas como dos miembros del movimiento de la Renovación cristiana. Al salir al exterior -agobiados y semiahogados- la ropa les queda absolutamente pegada a los cuerpos delatando las lorzas del novio -adquiridas en el buffet libre del hotel caribeño- y la prominente barriga de la novia debida al embarazo de cuatro meses que la delata y que la llevaron deprisa y corriendo al altar.

  El segundo momento culminante, es cuando -y para desesperación del propietario del restaurante- la novia arrastrando el vestido de color blanco sucio -y una pesadísima cola llena de lapas, latas de cervezas y papelones de merendola- se encamina hacia los baños, atravesando el salón con una teta fuera y el rímel corrido, dejando tras de sí una enorme y alargada estela de, condones, y arena sucia con alquitrán.

Para que luego el fotógrafo te diga que no han quedado muy bien por la luz…para matarlo….

PARAISO O INFIERNO

El factor determinante para que nuestra vida sea un paraíso o un infierno, es siempre nuestra actitud ante las cosas. Nuestra actitud es la fuerza motriz más importante en todos nosotros, de ti solo depende ser el conquistador de tu vida.

Hoy puede ser ese día en el que marques la diferencia de decidir qué quieres que sea tu vida, cómo quieres vivirla, cómo quieres llevarla.   Una mala noticia, una gran afección o un gran cambio en ti, son detalles determinantes que pueden llevarte al más profundo infierno o a la incesante lucha de la búsqueda del paraíso, de tu paraíso.

Cómo quieres que sea tu paraíso dependerá de tu actitud, de la actitud que te demuestres tener ante la superación, de la actitud que decidas tener ante tu motivación.   Actitud, motivación, superación, palabras que deberás grabarte a fuego para que juntas conformen una simbiosis que creen tu futuro, tu destino, tu vida.

El paraíso existe, sí, pero también el infierno y en cualquier momento nadie está exento de pasar de uno a otro, donde sólo la actitud será el detonante del dónde y el cómo deseas estar.

Tu vida es un privilegio y no un castigo y por muchas consecuencias negativas a las que creas estar expuesto y sufriendo te aseguro que hay muchas más positivas, sin embargo, no vienen ni aparecen solas.

Las negativas tienen la mala cualidad de presentarse sin aviso, cuando menos te lo esperas y creando un dolor al que aún no estás preparado, y las positivas has de buscarlas tú, pero para empezar a buscarlas primero has de apartar y superar las negativas y ¿de qué manera, te preguntas? Con actitud.

La actitud, tu actitud, tu positividad, tus ganas, tu lucha, tu vida… jamás las abandones, jamás las olvides, jamás las ignores. 

Somos la consecuencia de nuestros actos, cómo quieras vivir con los resultados dependerá de ti, pero recuerda y jamás olvides que la felicidad está donde la encontramos, pero raramente donde la buscamos y no siempre con las personas que nos empeñamos en compartirla , a veces es bueno buscar otros horizontes donde hallar nuevas personas que nos aporten un aire fresco en nuestras vidas.

13 POR CIENTO DE NORMALIDAD

Como todos sabréis he estado ingresada por una luxación de hombro.  Ha sido toda una experiencia, no solo por el centro socio sanitario    que dejaba mucho de desear, no porque fuera de la seguridad social si no por el personal que lo atendía desconocía la palabra empatía y si la conocían no la usaban.

Las personas que hemos de estar ingresadas por alguna dolencia, no molestamos por gusto, ni para fastidiar ni para destacar. o llamar la atención. Si pedimos ayuda   es porque tenemos mermada alguna facultad o algún miembro que por eso estamos   ingresados-as.   A tener en cuenta que, en estos centros públicas, suele haber gente anciana, enfermos mentales o gente sin mucho poder adquisitiva o de nivel cultural   básico. Digo todo esto, con conocimiento de causa para explicar cómo    tratan algunas enfermeras   o auxiliares sanitarios a los pacientes.

Ni, escudando su aptitud, en que   pueden cobrar un sueldo precario o realizar guardias maratonianas no puedo aprobar, la manera con que se nos trata   a veces a los enfermos.

El que estén sanos-as y que precisamos de ellos as, hasta para   satisfacer la necesidad más básica, no les otorga el derecho a elevar su tono de voz y   faltarnos al respecto.

A continuación, relatare algunas de las situaciones bochornosas en las que me he encontrado durante estas semanas en el centro socio sanitario.  La mayoría durante el turno de noche.

La segunda noche que estuve ingresada me pregunto una de las auxiliares sobre mis creencias religiosas , vulnerando mi derecho a la libre eleccion del pensamiento y de la religion , yo le conteste educadamente que yo creia en Dios a mi manera a lo que ella me contesta . «pues si no crees en Dios , no te curaras nunca , » Ni que tuviera una enfermedad incurable…. solo era una luxacion ….con 30 dias mas o menos el brazo ya se me ha curado , aunque tenga que hacer aun recuperacion .

Tambien estan las que se quitan el muerto (o sea el trabajo ) de encima y cuando les pides ayuda para hacer tus necesidades fisiologicas , te contestan : HAZTELO ENCIMA QUE YA TE VENDRE A LIMPIAR , Y LUEGO A LO MEJOR TARDAN DE DOS A TRES HORAS EN VENIR……

Otra noche, escuche   un comentario del equipo de enfermeras en que se referían a mi persona ……” Sabes que la paciente de la 506, ¿tiene un 87 por ciento   de discapacidad?” ¿será mental?

Aquí tengo que hacer una aclaración y   a colación del título de este artículo; Si es verdad que tengo   un 87 por ciento de discapacidad que me impide realizar muchas tareas de la vida cotidiana, pero no obstante tengo un trece por ciento que no está discapacitado y que este tanto por ciento a lo mejor es más favorable que los que dicen tener un 100 por 100   de capacidades.  Con mi trece `por ciento “bueno” de capacidad, me he permitido trabajar 25 años de   funcionaria, viajar por media Europa y gran parte del Caribe, divertirme como una loca….  y hasta escribir y publicar tres libros …… Y SUERTE QUE TENGO UNA DISCAPACIDAD DEL  87 POR CIENTO

Y para acabar os digo sinceramente, que prefiero MIL VECES   MI   13 POR CIENTO   DE NORMALIDAD   A TENER EL 100 POR CIEN   COMO LA MAYORIA DE LAS PERSONAS…. YA QUE MIS INCAPACIDADES ESTAN A LA VISTA   …. NO DA   A LUGAR   A SORPRESAS…. Pues hay muchas   personas   pululando por el mundo que   tienen, no un 87   por   ciento, si no un 300 por ciento de discapacidad, y no física ni psíquica sino de espíritu y falta de empatía   y que, a pesar de tener estudios, carreras y   masters, les falta    un   poco de educación   o   urbanidad.

Desde el viernes ya estoy en casa . Gracias a todos los que os habéis lnteresado por mi

UN TÉ PARA LOS AUSENTES

De pronto, cuando acababa de poner su cuerpo bajo la cascada, de agua tibia y densa de la ducha, de pronto, entonces, se escuchó el pitido.

Un pitido agudo, persistente… largo y paciente.

Sacó primero un brazo, para acostumbrarse de nuevo al aire frío del cuarto de baño.

Entonces deslizó su pierna derecha y después la izquierda fuera de la ducha.

Parecía una vieja sirena saliendo de un viaje largo en el océano, de una inmersión profunda a pulmón abierto.

Cogió el albornoz, tranquila, serena, segura de lo que ocurría y de lo que tenía que hacer.

Cruzó luego la puerta del baño, descalza y serena y avanzó por
el pasillo.

Él estaba sentado en la mesa de la cocina, tapándose una oreja con una mano y jugando con un vaso de plástico con la otra.

Detrás de él estaba el grifo del fregadero, abierto, solitario,
sacando un torrente de agua caliente con vapor. La pequeña alarma
de la cocina se había activado y hacía ese pitido escandaloso.

Pero él no se movía, sólo se tapaba una oreja y ponía cara de susto y de cansancio, mientras hacía girar el vaso sobre la mesa.

Ella pasó a su lado, pero no lo tocó ni le dijo nada, sólo lo miró un poco, como de reojo.

Algunas gotas de agua se deslizaban por sus brazos y dibujaban caminos en la piel, erizada por el ambiente frío de la cocina.

Pensó que él habría querido preparar té para alguien, que se habría entretenido sólo un momento dando la bienvenida a sus invitados imaginarios, y que no se habría acordado de que en la cocina no se juega, de que el grifo no se cierra solo, de que el agua se calienta y quema…, y todo lo demás.

A veces aún se olvidaba, aunque ya eran pocas.

Entonces, después de cerrar el generoso grifo, de silenciar el insolente y útil pitido, se acercó a él, le recordó que el agua no era un juego y se dijo a sí misma que quizás ya era hora de ponerle un bloqueo al grifo, como al resto de la cocina.

Entonces le cogió la mano con entereza y con dulzura a la vez, sólo un segundo, suavemente, porque sabía que eso era lo que él más entendía en el mundo.

Y pensó que ojalá el entendiera lo mucho que le quería.

Adaptación y sociedad

Este artículo lo escribo estando hospitalizada en un sociosanitario  a causa de dos traumatismos     El primero a causa de una caída en casa llevo en un brazo un cabestrillo inmovilizando mi brazo derecho y el otro con contusiones múltiples causadas por el accidente de autobús el pasado mes de agosto

Las personas que no son discapacitados de nacimiento siempre que  sufren un accidente qué les incapacita y tienen la suerte de no tener nada discapacitado pueden suplir de alguna manera la situaciion o la forma de realizar las cosas cotidianas  . Pero qué pasa cuando esta persona tiene afectado el brazo o la pierna contraria a la accidentada. Pues qué les costara el doble de esfuerzo,

Me he puesto a pensar, ya que es lo único que puedo hacer de momento en cómo el ser humano se adapta a su destino. Como  buscamos la manera de seguir haciendo las cosas que nos motivan a vivir, sin ir más lejos este articulo  lo dicto al  móvil ya que tengo  la mano derecha inmovilizada .

Toda dificultad o toda imposibilidad para realizar álguna tarea que se nos presenta en el  día  á día , no importa de qué índole es da lo mismo que sea una banalidad o algo más importante y vital,.   lo que interesa  es  que se llevé a  cabo y el resultado sea el que nosotros deseamos,

Y esas cosas cotidianas para muchos , pero de extrema dificultad para otros es lo que hace interesante  vivir,  Vencer obstáculos a nuestra manera y cumplir con el óbjetivo final con éxito no tiene precio y  produce un éstado de felicidad  inexplicable.

No importa la manera como lo hagamos , sea con los brazos o con los pies , de manera natural o con alguna ayuda técnica lo que verdaderamente importante es el resultado.

Si en otra vida, me  dieran a elegir entre la opción de escoger entre el  camino  fácil para conseguir las cosas o los anhelos o él difícil , sin duda alguna escogería el último, ya que a la larga es más satisfactorio

Como dijo Maquiavelo en su obra El Príncipe . EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS Y

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causa

CATECÚMENO DE LA VIDA

Con el tiempo aprendí que las cosas no se pueden cambiar, solo hay que aceptarlas.
Que cualquier persona te puede fallar y que la decepción no mata, enseña.”

Y que podemos ser paginas dobladas en el libro de alguien.  Que hay personas que se quedan siempre en nuestro corazón, aunque no se queden en nuestra vida. Voy aprendiendo que el mejor regalo que alguien te puede hacer es dedicarte tiempo, escucharte, preocuparse por ti…el resto es relleno.

 Descubrí con el tiempo que el lugar más bello donde dormir, es en el pensamiento de alguien.”

“No es el beso, es quien te lo da. No es el mensaje, es quien te lo envía. No es la canción, es a quien te recuerda.” Las personas que viajan en el tren de la vida y coinciden en alguna estación contigo es por alguna causa….  porque toda causa tiene su efecto…. Y …todo efecto tiene su causa.

La gente es lista para lo que quiere y tonta para lo que le conviene. La peor falta de ortografía en nuestra vida, es cuando no le damos el punto final a aquello que nos hace daño. Cuando tu mundo se desmorone, ven al mío…comeremos chocolate y veremos películas.

Por eso vive. ama y aunque llegues último en una carrera, siempre estarás por delante de quienes nunca se atrevieron a empezarla esa ventaja nadie te la arrebatara y jamás pongas la llave de tu felicidad en el bolsillo de otro

El café nunca imaginó que podría tener un sabor suave y dulce, hasta que conoció el azúcar y la leche … de la misma manera , todos somos buenos individualmente, pero nos volvemos mejores cuando nos mezclamos con las personas adecuadas.”

Ojalá este virus nos sirva para que valoremos los pequeños detalles del día a día y nos demos cuenta de que hay cosas no materiales pero muy valiosas , que se pueden perder en un instante.”

Photo by Nastasya Day on Pexels.com

HARTA 

PENSAMIENTO  POETICO

Harta de helarme. Harta de borrar una sangre de mis manos, que ni sé de donde brota y que tampoco mis ojos ven. Duele lo que se siente recibido del espejo de los demás y es: por temblar, así de simple. Harta de gritar, sin éxito, para elevar mi pensamiento.

Harta de ser  la  niña  que no me he de inventar, y con su cabeza doliente de tanto imaginar, para olvidarse de que está sola… Mirad si no este suelo cómo pinta de contrario -hostil con sus haces de punta doliente.

Harta pues de ir aguantando amaneceres que me restan en los ojos, cataratas-telón que me mermarán hasta que no pueda; y además mis manos, duras-bronce de hielo y que por tanto ahora lucen verdes.

Entre lo que aparento y quien vive dentro de mi piel hay una niña, una niña enorme   , aunque apenas si deja rastro visible por la arena de la playa…desde que ella se fue…  Ella, que no está, que no me ve que no es…

Por quien me hubiera gustado ser un dios y así poder tener el equivalente de mil vidas para poder seguir… siendo aquella niña de rostro feliz.

Ella, que no está aquí  pues un dia se volvio adulta y la enterro ,  pero sí mis manos solas ¿Las ves? ¿Me las agarras?

Dictado desde el hospital ❤️

Luxación de hombro

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